El llamado de los pueblos desde la antigüedad
Cualquiera puede tener una opinión personal acerca de lo que las campanas para iglesia son y cuál es la forma en la que se utilizan diariamente para poner en contacto a los fieles con su iglesia. Muchos pueden incluso contar historias surgidas del imaginario de sus pueblos y sociedades, y de la forma como los campanarios que comúnmente hay en las distintas iglesias han tenido protagonismo en los eventos más importantes de muchas vidas.
Pero más allá de toda historia, y de los significados que cada ser humano pueda dar a estos elementos culturales, existe un valor simbólico con el que podemos considerar a estas campanas que anuncian sermones, predicaciones y oraciones, y que avisan el momento en que los creyentes se acercan a la fe cuando en el aire se escucha su repicar constante. Pero quienes desean saber en realidad qué son las campanas para iglesias, es importante recordar que se trata de un instrumento que a través del paso de los años se ha mantenido como parte importante de las comunidades, llevando un mensaje de unidad, y creando una fuerza que contagia la forma de pensar y actuar de la gente que habita cerca de donde se produce su sonido.
A pesar de que el uso de las campanas para iglesias es bastante básico, y aun habiendo sido creadas hace muchos años, se han mantenido tan vigentes como el elemento cultural que son dentro de las comunidades que las utilizan, y siguen siendo hoy en día un factor que representa el acontecer cotidiano de las gentes y de su manera de desarrollar la vida social. Además las campanas para iglesias tienen la particularidad de que son utilizadas de maneras creativas por los párrocos, los curas o responsables de iglesias, como forma de llegar a sus fieles llevando un mensaje que puede ser distinto dependiendo de la clase de acontecimiento religioso que se esté anunciando.
Por eso las campanas para iglesias tienen un lugar especial en el corazón de las comunidades de creyentes, y forman parte importante de la forma como estas personas sienten apego por el lugar donde se congregan para hacer actos de oración y de fe. Bautizos, primeras comuniones, matrimonios, y otras festividades; han sido desde siempre la causa para que los campanarios comiencen a repicar llamando a los feligreses, quienes casi siempre llegan al lugar, muchos de ellos sin saber que en la historia de las campanas de iglesia hay registrados tantos acontecimientos llamativos, como el hecho de que en épocas antiguas eran necesarios gran cantidad de hombres para hacer sonar los enormes campanarios, y que para su creación fueron necesarios siglos de experimentación con la fundición de metales; pero que finalmente, y con el paso del tiempo se convirtieron en una tradición que aun en nuestra época sigue vigente, y que para contar esta historia muchas de estas campanas ancestrales creadas en épocas pasadas están ahí como fieles testigos.