De Villamarco a Santiago de Compostela hay: 332,210 kilométros.
Información sobre la etapa 18: El Burgo Ranero - León
El itinerario:
A la salida de El Burgo nos encontramos con la laguna de la Manzana. Son relativamente abundantes en estos confines de Tierra de Campos y fueron utilizadas hasta hace bien poco como abrevadero para los animales. Hoy constituyen el hábitat de determinadas especies de anfibios, rapaces y anátidas. Retomamos la pista arbolada del Real Camino Francés por un paisaje calcado al de ayer: impresionantes llanuras cultivadas, de escasas ondulaciones y casi deforestadas. A dos kilómetros y medio de El Burgo Ranero pasamos un área de descanso situado a la vera del arroyo del Valle de la Granja (Km 2,5) y dos kilómetros más adelante, en una ligera vaguada, fluye otro arroyo: el de Valdasneros (Km 4,5).
En media hora larga de monotonía dejamos a mano izquierda una pista y escuela de ultraligeros (Km 7) y un kilómetro más adelante el desvío a Villamarco (Km 8). La ley de la línea recta nos ofrece un respiro cuando la pista dibuja una curva y salva por debajo las vías del tren (Km 10,6). En la vaguada posterior pasamos el arroyo de Valdearcos y tras superar un leve repecho nos dejamos caer hasta la población de Reliegos, agazapada hasta el último momento. En la misma entrada hay unas bodegas tradicionales en ladrillo y adobe, usadas para conservar el vino pero fundamentalmente como lugar de encuentro. Atravesamos Reliegos de punta a punta, olfateando la pista arbolada por la calle Real, donde impactó un meteorito en 1947.
Dejamos el frontón a un lado para sumergirnos junto a los falsos plátanos en las llanuras de cereal, decoradas por estructuras gigantes de riego por aspersión. El refrán "de Reliegos a Mansilla, la legua bien medida", establece la distancia de una legua (entre 5.573 y 5.914 metros) entre ambas localidades. Casi cuatro kilómetros después de Reliegos, tras pasar bajo las torres de línea eléctrica, hay un área de descanso al borde de la pista arbolada (Km 16,7). Damos el adiós definitivo a la pista artificial, salvamos la N-601 (carretera Adanero - León) por un viaducto y sorteamos un canal de riego para entrar en Mansilla de las Mulas. Descubrimos la antigua ciudad amurallada al traspasar la puerta del Castillo, en cal y canto rodado. En la calle Santa María asoma la torre de la iglesia.
El Camino atraviesa Mansilla y conduce hasta el puente sobre el Esla, el latino Astura. Nada más cruzar el puente hay que tomar un camino que nace a la izquierda y que avanza paralelo a la N-601, junto a las acequias, los campos de maíz y alguna que otra acacia. Así, llegamos en una hora a Villamoros de Mansilla.
A la entrada dejamos la protección del camino para tomar el arcén de la N-601. Pasamos Villamoros por la carretera y de nuevo por la senda paralela llegamos hasta Puente Villarente, donde cruzamos el río Porma junto al puente de origen medieval. Atravesamos Puente Villarente siguiendo el trazado de la N-601, que parte en dos esta localidad con multitud de servicios.
Si transitamos por la acera de la izquierda, al llegar a una oficina de Caja España, cruzamos por el paso de peatones y continuamos por la acera derecha. A la altura del Restaurante Avellaneda nos distanciamos un poco de la N-601 para tomar una pista que nace a nuestra derecha (Km 26,3). Por ella salvamos el canal de Arriola, cruzamos más adelante la carretera que se dirige a Sanfelismo y continuamos de frente. Tras un repecho, a cuyo comienzo han habilitado un área de descanso cubierta, alcanzamos Arcahueja.
Después de esta población el tramo se recrudece con varios toboganes. Dejamos a un lado el desvío a Valdelafuente (Km 30,9), coronamos una pequeña tachuela y seguimos hacia un polígono situado al pie de la N-601. Por una pasarela peatonal, habilitada a comienzos de 2010, salvamos el nudo viario de la N-601 y vamos en dirección a Puente Castro, barrio de León separado de la urbe por el río Torío. Entramos en Puente Castro por la calle Simón Arias, cruzamos la avenida de Madrid (Km 35) y seguimos a la derecha por Victoriano Martínez y plaza Tomás Mallo para llegar hasta una pasarela y cruzar el río Torío. A la derecha de ésta se encuentra el puente de piedra del XVIII.
Superado el cauce - ya en León - tomamos de frente la calle del Alcalde Miguel Castaño y continuamos por ella durante 600 metros hasta la avenida de doble carril de Fernández Ladreda. A partir de este cruce el itinerario urbano se bifurcaba. Ahora hay que seguir de frente, ya que el albergue municipal cerró, y la señalización dirige ahora de frente hacia el albergue del Monasterio de las Benedictinas y el de la Residencia de la Fundación Ademar.